REDVAM es, en esencia, una red colaborativa que abre puertas, ya que permite que emprendedores, PyMEs y cooperativas puedan diseñar, prototipar y validar alimentos innovadores en entornos industriales habilitados, reduciendo tiempos, costos y riesgos. Lo que antes parecía un recorrido complejo, hoy se transforma en un camino acompañado, con respaldo técnico, infraestructura y un Ministerio de Industria que decidió apostar fuerte por este nuevo modelo.
El reconocimiento no tardó en llegar: la Cámara de Representantes declaró la iniciativa de interés provincial por su aporte a la innovación, al desarrollo productivo y a la economía regional. Y con apenas unos meses de funcionamiento, REDVAM ya trabaja con más de diez proyectos que nacen en distintos puntos de Misiones y que tienen algo en común: detrás de cada idea hay familias que producen, cooperativas y pequeñas empresas que buscan escalar. La industria alimentaria es uno de los motores con mayor potencial para el desarrollo de la provincia. Pero también es un sector donde los desafíos son reales: falta de infraestructura, escasez de equipamiento, necesidad de entornos habilitados, dificultades para cumplir normativas o para transformar una receta en un producto listo para góndola. REDVAM surge justamente para resolver esa brecha.

A partir de la articulación entre capacidades técnicas e industriales existentes en Misiones, la red ofrece un entorno profesional que acompañe cada etapa del proceso: desde la formulación, el prototipo y las pruebas piloto, hasta la validación final bajo estándares de calidad y la asistencia en marketing y diseño. Ese acompañamiento empieza a verse en proyectos concretos que avanzan con fuerza. En el ámbito de los alimentos funcionales, por ejemplo, se elaboran preparaciones Sin TACC desarrolladas a base de mandioca, nuevas bebidas energizantes y batidos proteicos sabor Yerba Mate.
También avanza el trabajo con derivados de la caña de azúcar, donde se desarrollan frutas abrillantadas con miel de caña y barritas de cereal formuladas con azúcar mascabo. Y en el universo de las frutas tropicales, se impulsan productos como pulpa de palta, chips de mango y banana y jugos frutales que buscan posicionarse en mercados más amplios.

Son desarrollos que combinan ciencia, tradición productiva y creatividad misionera. Y todos tienen algo más en común: nacen con estándares que permiten pensar en mercados más amplios, desde el país hasta la posibilidad de exportar hacia nuevas fronteras. Pero la apuesta no termina ahí. Como parte de esta visión estratégica de impulsar la innovación alimentaria, el Ministerio de Industria ya dio un paso más y avanza en la creación de una nueva Diplomatura en “Innovación y Desarrollo en Alimentos”, que será lanzada en 2026. La propuesta genera gran expectativa, no solo en el sector productivo, sino también entre quienes ven en la formación especializada una herramienta clave para transformar ideas en oportunidades reales. Cuando el Estado, las empresas y los emprendedores se encuentran en un mismo espacio, las ideas no solo crecen, se convierten en desarrollo, trabajo y futuro para Misiones.